Sistema de Indicadores ASEP
Si el mes pasado decíamos que “la situación política parece estar en un punto muerto”, los datos de este mes indican que tanto la situación política como la económica están en una dinámica descendente vertiginosa y muy similar a la que se produjo en 1992. Todos los indicadores, económicos y políticos, están en los valores más bajos o casi más bajos desde 1986. Los indicadores económicos principales se han desplomado muy por debajo del nivel de equilibrio, en sus valores más bajos desde la crisis económica de 1992-93, indicando la existencia creciente de un número muy superior de insatisfechos y pesimistas que de satisfechos y optimistas. Concretamente, el Sentimiento del Consumidor pierde 17 puntos y la Evaluación de la Situación Económica Nacional pierde 23 puntos. El Sentimiento del Consumidor se encuentra ya 42 puntos por debajo del nivel de equilibrio, y la Evaluación de la Situación Económica Nacional está 60 puntos por debajo. Y no parece que se haya tocado fondo todavía, pues con independencia de lo que ocurra todavía antes del verano, las perspectivas para el otoño son muy pesimistas (puesto que los índices correspondientes a la comparación de la situación económica futura comparada con la presente son muy inferiores a 100 tanto cuando se trata de la personal (75) como de la del país (51), algo realmente poco usual, puesto que en general se piensa que el futuro será mejor que el presente). De los dos indicadores sobre ahorro, la propensión al ahorro pierde seis puntos respecto al mes pasado, y la proporción de ahorradores disminuye en cinco puntos porcentuales, lo que sugiere que ya está reduciéndose el ahorro. Los dos indicadores obtienen los valores más bajos de los últimos doce meses y de los últimos años. El Optimismo Personal pierde también dieciséis puntos desde mayo, y se sitúa 30 puntos por debajo del nivel de equilibrio, más o menos como en 1992-93. Así pues, los tres indicadores derivados del Sentimiento del Consumidor se sitúan este mes muy por debajo del nivel de equilibrio, reflejando no solo incertidumbre y pesimismo de los españoles respecto a la economía nacional y la personal, sino auténtico miedo a lo que pueda ocurrir, siendo la Evaluación de la Situación Económica de España el indicador más negativo de los tres, y el Índice de Optimismo el menos negativo, como siempre. Aunque los otros indicadores sociales son menos susceptibles de variación, este mes también se ven afectados por el clima general de insatisfacción y pesimismo. La Satisfacción con la Calidad de Vida pierde ocho puntos. El post-materialismo continúa lejos del 40% habitual hace años y pierde otros dos puntos, obteniendo el peor resultado desde el comienzo de esta serie temporal en 1988 (26%), lo que parece confirmar la preocupación de los españoles por la situación económica actual y el retorno de la población española, al igual que el de muchas otras sociedades post-industriales, a valores más materialistas, que ponen el énfasis en la seguridad personal y económica, así como en el mayor respeto por la autoridad. Puede que esta caída tan brusca de la orientación post-materialista sea el indicador que mejor refleja la creciente preocupación de los españoles por la situación actual y futura de la economía nacional y personal. La práctica religiosa apenas varía de un mes a otro, como cabe esperar, pues no es un indicador que deba fluctuar en tan cortos períodos de tiempo, pero cada vez es más frecuente que el promedio (en una escala de 1 a 4 puntos) esté por debajo de los 2 puntos, si bien este mes precisamente recupera una décima y se sitúa en los 2 puntos. De los dos indicadores políticos principales, la Satisfacción con el Funcionamiento de la Democracia pierde ocho puntos, el valor más bajo desde hace años, y un indicador que puede estar reflejando el malestar de los españoles con la actual situación política, así como cierto cansancio y desilusión con el funcionamiento de las instituciones democráticas. Pero peor es el resultado de la Satisfacción con el Gobierno, que este mes pierde 23 puntos respecto a mayo, situándose por primera vez desde hace años por debajo del nivel de equilibrio, y a solo tres meses de las últimas elecciones de las que surgió el actual Gobierno. La alienación política aumenta 5 puntos, y tanto el centro de gravedad ideológico como el de sentimiento español-nacionalista aumentan en una décima, lo que, teniendo en cuenta que se trata de medias aritméticas, significa un ligero cambio hacia el centro y hacia el sentimiento español. Disminuye sin embargo 5 puntos la Satisfacción por la pertenencia de España a la Unión Europea, y aumenta la Exposición a la Información en tres puntos. En lo que respecta a la imagen de instituciones, junio es el mes en el que tradicionalmente (desde 1991) se pregunta por la imagen de las principales instituciones del Estado. El ranking de este mes y año es el siguiente: La Corona (5,9 puntos en una escala de 0 a 10 puntos), las Fuerzas Armadas (5,6), el Defensor del Pueblo y su Ayuntamiento (5,3 puntos en ambos casos), el Tribunal Constitucional (5,2), el Senado y el Congreso de los Diputados (5,0 en ambos casos), el Gobierno de la Nación y las Organizaciones Empresariales (4,6 en ambos casos), los Sindicatos (4,5), los Bancos (4,4), la Iglesia Católica (4,2) y los Partidos Políticos (4,1 puntos en la escala de 0 a 10 puntos). Por comparación con los resultados del año pasado, todas las instituciones obtienen este año valoraciones más bajas, como consecuencia del clima general de insatisfacción y pesimismo, excepto las Fuerzas Armadas, que incrementan en una décima su valoración. Las instituciones que más pierden desde el año pasado son las Organizaciones Empresariales (4 décimas) y el Gobierno de la Nación y el Tribunal Constitucional (3 décimas). En el ranking de personajes públicos el Príncipe Felipe recibe este mes la valoración más alta entre todos los líderes por los que se ha preguntado (6,1 puntos en una escala de 0 a 10 puntos), seguido por Felipe González (5,2). Todos los demás personajes por los que se ha preguntado este mes reciben puntuaciones inferiores a los 5 puntos: Alberto Ruiz Gallardón (4,7), José Luis Rodríguez Zapatero (4,5), Joaquín Leguina (4,2), José Antonio Alonso (4,1), Gaspar Llamazares, Mariano Rajoy, Esperanza Aguirre y Soraya Saenz de Santamaría (todos con 3,5 puntos), y José Mª Azanar y Juan Costa (ambos con 3,3 puntos en la escala de 0 a 10 puntos). Todos los líderes por los que se ha preguntado este mes obtienen una valoración más baja que la que obtuvieron la última vez que se preguntó por ellos, pero los que más han perdido desde el mes pasado son Rodríguez Zapatero (6 décimas) y Saenz de Santamaría (5 décimas). La estimación de voto este mes indica que existe una diferencia entre el PSOE y el PP (favorable todavía al PSOE) de 1,6 puntos porcentuales (casi la mitad que la observada en las elecciones últimas), con una abstención estimada del 28,7%, que es 2 puntos porcentuales y medio superior a la realmente observada en las elecciones del pasado mes de marzo. Al comparar la estimación de este mes con los resultados de las recientes elecciones se observa una pérdida de 11 décimas de punto porcentual para el PP y una pérdida de 24 décimas para el PSOE, así como una pérdida de una décima para los partidos nacionalistas de centro y derecha. Por el contrario, IU gana 5 décimas, UPD y los nacionalistas de izquierda ganan 3 décimas cada uno, y los “otros partidos” no parlamentarios se mantienen en el mismo nivel que en las pasadas elecciones. Esta estimación de voto sugiere que la actual crisis económica está perjudicando al PSOE mucho más que lo que las tensiones dentro del PP perjudicaron a este partido. Pero, mientras las tensiones del PP parecen haber finalizado con el Congreso de este partido en Valencia, la crisis económica no solo continuará, sino que tiene todas las trazas de agravarse.
Opinión sobre las Relaciones entre el Gobierno y Otros Partidos
Una vez que poco a poco se pone en marcha la vida política, después de las elecciones del 9 de marzo, ha parecido oportuno preguntar a los españoles por su opinión respecto a cómo son las relaciones entre el Gobierno y los otros partidos políticos. Así, en primer lugar se ha preguntado por las relaciones entre el Gobierno socialista y el principal partido de la oposición, popular. Casi la mitad de los entrevistados (49%) opinan que las relaciones son iguales que las que había antes de las elecciones, y proporciones similares piensan que son ahora mejores (18%) o peores (22%). En segundo lugar, se ha preguntado por las relaciones entre el Gobierno socialista y los partidos nacionalistas. También en este caso una mayoría (52%) opina que ahora son iguales que en la anterior legislatura, pero predominan en este caso claramente los que piensan que las relaciones son ahora peores (20%) respecto a los que creen que son ahora mejores (10%).
Evaluación de las Actuaciones del Gobierno
Aunque todavía hay pocas nuevas políticas gubernamentales desde las elecciones, se ha pedido a los españoles que indiquen su acuerdo o desacuerdo con siete políticas o actuaciones concretas del Gobierno, si bien es cierto que en algunos casos no se trata de nuevas políticas sino de continuidad de ciertas políticas. Lo primero que sobresale en los datos es que los españoles se muestran más bien en desacuerdo que de acuerdo con las siete políticas por las que se ha preguntado. Concretamente, las dos proporciones son prácticamente iguales en lo que respecta a “las medidas del Gobierno en relación con la política para acabar con el terrorismo de ETA”, pero predomina la opinión de los que no están de acuerdo (en mayor medida con cada una de las políticas que se mencionan a continuación) en relación con la política de abastecimiento de agua, en la política de inmigración, en la política lingüística, en la política hacia los nacionalismos separatistas o independentistas, en la política para luchar contra el paro y, finalmente, el máximo desacuerdo se manifiesta en relación con la política para frenar los precios.
Percepción de acuerdo-desacuerdo entre PSOE y PP respecto a ciertas Políticas
A partir de las elecciones de marzo se ha podido comprobar un cambio en las relaciones entre PSOE y PP, un cambio que ha implicado sin duda alguna una reducción de la crispación que caracterizó a la anterior legislatura, y algunos análisis (y en especial los elaborados en estos FLASHES de ASEP), han pronosticado que habrá pactos en cuestiones de Estado entre los dos principales partidos nacionales (PSOE y PP). Por ello parecía interesante saber hasta qué punto los ciudadanos habían detectado cierto acercamiento, cierto acuerdo para colaborar en algunas cuestiones, entre estos dos partidos. Se ha preguntado por tanto si el entrevistado ha percibido acuerdo o desacuerdo entre los dos grandes partidos nacionales respecto a siete políticas nacionales, y el primer resultado que se obtiene es bastante sorprendente, pues los españoles perciben un gran desacuerdo entre ambos partidos respecto a cada una de las siete políticas citadas, ordenadas a continuación desde la que se percibe con el menor desacuerdo (aún así muy grande) hasta la que se percibe con el máximo desacuerdo: en la política para acabar con el terrorismo de la ETA, en la política lingüística, en la política de lucha contra el paro, en la política para frenar los precios, en la política de abastecimiento de agua, en la política de inmigración, y en la política hacia los nacionalismos separatistas e independentistas (que es la política en la que los españoles perciben el mayor desacuerdo entre los dos principales partidos políticos).
Ficha técnica: Muestra nacional estratificada por CCAA y tamaño del hábitat, selección aleatoria de municipios y secciones censales (alrededor de 130 puntos de muestreo), rutas aleatorias, y selección final del entrevistado en la vivienda basada en una estratificación por sexo y edad. 1.203 entrevistas personales cara-a-cara en el hogar entre el 9 y el 15 de junio. Dirección y realización ASEP.