Sistema de Indicadores ASEP
Todos los indicadores, económicos y políticos, están en los valores más bajos o casi más bajos desde 1986, y concretamente algunos por debajo de su nivel durante la crisis de 1992-93, como es el caso de los indicadores económicos principales, indicando la existencia creciente de un número muy superior de insatisfechos y pesimistas que de satisfechos y optimistas. Concretamente, el Sentimiento del Consumidor ha perdido un 36% respecto a su valor en enero de 2008, y pierde un 10% respecto a su valor en junio, de manera que está 48 puntos por debajo del nivel de equilibrio. La Evaluación de la Situación Económica Nacional está 70 puntos por debajo de ese nivel (en el valor 30 en una escala de 0 a 200), lo que significa que la confianza de los españoles en la economía española está actualmente un 58% por debajo de su valor de hace un año y un 25% por debajo de su valor de hace seis meses.
Los dos indicadores sobre el ahorro están en sus niveles más bajos de los últimos años, de manera que la proporción de ahorradores es este mes solo del 28%. La confianza en la propia situación económica personal, medida por el Índice de Optimismo Personal, pierde también un 27% respecto a hace un año y un 9% respecto a hace seis meses, encontrándose 36 puntos por debajo del nivel de equilibrio, lo que sugiere que la pérdida de confianza es mucho mayor respecto a la economía nacional que respecto a la personal, debido a que incluso los que se sienten relativamente seguros respecto a su situación económica personal desconfían de la situación de la economía española.
Aunque los otros indicadores sociales son menos susceptibles de variación, este mes también se ven afectados por el clima general de insatisfacción y pesimismo. La Satisfacción con la Calidad de Vida pierde otros dos puntos respecto a junio, y se sitúa por primera vez por debajo de los 170 puntos. El post-materialismo continúa lejos del 40% habitual hace años. Como venimos señalando desde hace más de un año, puede que esta caída tan brusca de la orientación post-materialista sea el indicador que mejor refleja la creciente preocupación de los españoles por la situación actual y futura de la economía nacional y personal. La práctica religiosa apenas varía de un mes a otro, como cabe esperar, y este mes se mantiene en su nivel habitual, 2 puntos en una escala de 1 a 5 puntos.
De los dos indicadores políticos principales, la Satisfacción con el Funcionamiento de la Democracia pierde siete puntos, el valor más bajo desde hace años (similar al que se midió a finales de 2003 como consecuencia de la posición española respecto al conflicto de Irak y al que se midió durante la crisis de 1992). Pero peor es el resultado de la Satisfacción con el Gobierno, que este mes pierde otros dos puntos respecto a junio, y que por tanto se sitúa por segundo mes (el primero fue junio) por debajo del nivel de equilibrio, lo que significa que hay más insatisfechos que satisfechos con la labor del Gobierno. La alienación política aumenta dos puntos y alcanza su nivel más alto desde hace años. En cuanto a los indicadores relativos al centro de gravedad ideológico y al sentimiento nacionalista o español de la sociedad española, se mantienen en sus niveles habituales, es decir, entre el centro y el centro izquierda y en el sentimiento mayoritario de compartir sin problemas el sentimiento español con el de la Comunidad Autónoma de residencia. Por otra parte, aumenta 4 puntos la Satisfacción por la pertenencia de España a la Unión Europea (recuperando casi los cinco puntos que se perdieron entre mayo y junio). Por último, las preocupaciones económicas y políticas parecen explicar el ligero incremento de cuatro puntos en la Exposición a la Información de los españoles.
En lo que respecta a la imagen de instituciones y grupos sociales, el ranking de valoración de este mes es el siguiente: Las Fuerzas Armadas (5,9 puntos en una escala de 0 a 10 puntos), los militares (5,8), La Corona (5,5), los periodistas (5,1), los diplomáticos (4,9), los jueces (4,2), el Gobierno de España (4,1), los bancos (3,9) y los políticos (3,4). En el ranking de personajes públicos la Reina Sofía recibe este mes la valoración más alta entre todos los líderes por los que se ha preguntado (6,2 puntos en una escala de 0 a 10 puntos), seguida por Felipe González (5,2). Todos los demás personajes por los que se ha preguntado este mes reciben puntuaciones inferiores a los 5 puntos: Rosa Díez (4,5), José Luis Rodríguez Zapatero (4,4), Soraya Sáenz de Santamaría (3,8), Cayo Lara (3,5), Magdalena Álvarez (3,4), Mariano Rajoy (3,3) y José Mª Aznar (3,2 puntos en la escala de 0 a 10 puntos). Ya se ha indicado en los comentarios iniciales que la valoración de líderes, en este caso los políticos, tiene poca relación con los comportamientos electorales.
La estimación de voto de este mes sugiere una ventaja del PP sobre el PSOE de dos puntos porcentuales, a pesar de las diferencias de valoración de los líderes. En cuanto a la abstención estimada, es también dos puntos superior a la realmente observada en 2008.
Consecuencias de la crisis económica para los españoles
Se ha querido conocer en qué medida han experimentado los individuos la crisis en primera persona, es decir, como afectados por ella en su vida cotidiana. Si bien resulta muy gratificante averiguar que uno de cada cuatro españoles afirma no haber sido afectado por la crisis económica, es bastante alarmante conocer, en contraste, que tres de cada cuatro españoles han sido afectados por ella en mayor o menor medida. En efecto, se ha podido comprobar que casi la mitad de los españoles afirman haber reducido sus gastos mensuales en ropa, más de un tercio han reducido gastos en las pasadas Navidades, en la compra de artículos para la casa, en gastos de ocio como ir al cine, o cenar fuera, y alrededor de uno de cada cuatro españoles afirma haber reducido sus gastos mensuales en alimentación y viajes. En cuanto al paro, uno de cada cuatro dice que alguien de su familia ha perdido su trabajo o está en el paro, pero un 14% afirman haber perdido su trabajo, no encontrar trabajo o estar en el paro (dato que es coherente con la respuesta de los entrevistados cuando se pregunta por la ocupación, pues un 15% afirman estar en el paro), y un 3% afirma haberse puesto a buscar trabajo aunque antes no había pensado en hacerlo. En cuanto a los préstamos e hipotecas, no parece que su incidencia haya sido tan grande como se dice, puesto que solo un 2% afirma que les hayan denegado un préstamo o hipoteca solicitada ante alguna entidad bancaria, mientras que una proporción igual afirma lo contrario, es decir, que lo han pedido y se lo han concedido. Es posible que haya habido españoles que, conociendo las dificultades para obtener préstamos o hipotecas, decidieran ni siquiera intentarlo, de manera similar al 5% que dicen que renunciaron a compra un coche que pensaban comprar.
Consecuencias de las medidas del Gobierno para enfrentase a la crisis
Contrariamente al gran número de personas que se han visto afectadas por la crisis, la proporción de los que se han visto afectados, positivamente, por las medidas adoptadas por el Gobierno es insignificante. En efecto, el 91% de los entrevistados dice que las medidas del Gobierno no le han beneficiado en nada, y solo proporciones del 2% dicen que les han bajado los impuestos, que les han bajado los intereses de hipotecas y créditos, o que les han dado una subvención o ayuda de cualquier tipo. En lo que respecta al empleo, frente a las cifras antes comentadas (un 14% que ha quedado o ya estaba en el paro y un 3% adicional que se ha puesto a buscar trabajo cuando no pensaba hacerlo), solo un 1% afirma haber encontrado trabajo, y proporciones similares del 1% afirman haber recibido un crédito o una subvención o ayuda para alquilar vivienda.
Además, también se ha preguntado la opinión de los españoles respecto a la medida en que las ayudas dadas por el Gobierno a diferentes empresas e instituciones les han favorecido o podrán favorecer en el futuro a ellos mismos. Concretamente, dos tercios de los entrevistados dicen que las ayudas a bancos y cajas de ahorros y las ayudas a empresas no les han beneficiado a ellos en absoluto, y una proporción solo ligeramente inferior afirma que tampoco les han favorecido ni les favorecerán las ayudas a los ayuntamientos.
Las elecciones autonómicas en Galicia y País Vasco
La muestra de las investigaciones de ASEP es nacional, y por tanto sus resultados son generalizables solo para el ámbito nacional, y no para ningún otro ámbito territorial más pequeño. Por ello, fiel a la tradición de no intentar hacer “sociología de salón”, nunca se ha pretendido hacer pronósticos para elecciones autonómicas o municipales en Comunidades o en municipios concretos, salvo que se hubiera podido realizar algún estudio ad hoc con muestra suficiente. No obstante, siempre que hay elecciones autonómicas se incluyen preguntas sobre previsiones de los ciudadanos respecto a sus comportamientos electorales, que no permiten hacer pronósticos con rigor estadístico, pero sí permiten tener una orientación respecto a las líneas generales de los posibles resultados al poder poner esos datos escasos en relación con todos los datos electorales recogidos por ASEP a lo largo de 22 años y en varias decenas de elecciones de distinto tipo.
En base a estos datos, por tanto, puede decirse que la participación electoral en el País Vasco podría estar alrededor del 65% y en Galicia algo menos incluso. El grado en que los ciudadanos de una y otra Comunidad Autónoma se sienten informados sobre las próximas elecciones es más bien bajo, algo mayor en el País Vasco (un 49% dicen sentirse muy o bastante informados) que en Galicia (un 44%). En cuanto a los posibles resultados, y con todas las reservas que antes se han hecho, parece que el resultado de las elecciones en el País Vasco permitiría muy diversas coaliciones de gobierno entre PSOE, PNV, PP, IU y algún otro partido, sin que pueda observarse una mayoría clara no ya de un solo partido, sino de alguna posible coalición en concreto. Y en Galicia el PP lleva de momento cierta ventaja a una posible coalición entre PSOE y BNG.
Ficha técnica: Muestra nacional estratificada por CCAA y tamaño del hábitat, selección aleatoria de municipios y secciones censales (alrededor de 130 puntos de muestreo), rutas aleatorias, y selección final del entrevistado en la vivienda basada en una estratificación por sexo y edad. 1.213 entrevistas personales cara-a-cara en el hogar entre el 26 de enero y el 1 de febrero. Dirección y realización ASEP.