Sistema de Indicadores ASEP Continúa el clima de opinión pesimista y de insatisfacción de los últimos meses y años, agudizado un poco más, como viene sucediendo mes tras mes. Los indicadores económicos principales alcanzaron unos mínimos históricos a finales de 2008, pero iniciaron una leve recuperación a lo largo de 2009 con fluctuaciones poco importantes, marcando una tendencia relativamente clara de leves mejores perspectivas económicas, nacionales y futuras, si bien los datos siguen mostrando todavía una muy negativa visión de ambas, con clara insatisfacción y pesimismo. La tendencia secular desde las elecciones de 2008, y en realidad desde las elecciones de 2004, relativa a los tres indicadores económicos principales (Sentimiento del Consumidor, Evaluación de la Situación Económica Nacional, y Optimismo Personal), ha sido la de mantenerse muy por debajo del nivel de equilibrio. La percepción general de los españoles sobre la situación económica es la peor desde finales de 1993, aunque pueda haber fluctuaciones de un mes a otro. Los tres indicadores citados son muy similares, pero levemente peores, que los de la última investigación en mayo de este año. Los indicadores de ahorro se mantienen como en el pasado mes de mayo y se encuentran en los niveles más bajos de los últimos doce meses. Sigue aumentando la proporción de hogares que se endeudan (5%) y la de los que gastan sus ahorros (10%), aunque aumenta un punto porcentual la proporción de los que ahorran algo (26%). La Satisfacción con la Calidad de Vida continúa en un alto nivel, pero mucho más bajo que lo que ha sido habitual durante las últimas décadas. En cuanto al índice de post-materialismo, aumenta este mes al 37%, y aunque ello implica una significativa recuperación respecto a los últimos meses, se mantiene en un bajo nivel de seguridad personal y económica, por lo que parece sugerir un retorno hacia los valores materialistas. Y la práctica religiosa, que oscila muy poco a lo largo no de años, sino de lustros, continúa en el nivel de 1,9 puntos, que comienza a ser ya lo habitual, pues ha sido el nivel obtenido en nueve de los once últimos sondeos. El análisis de los indicadores políticos muestra que la Satisfacción con el funcionamiento de la Democracia continúa por debajo del nivel 130 desde finales de 2009. La Satisfacción con la labor del Gobierno ha continuado empeorando, alcanzando un mínimo de 50 en esta investigación (en la escala de 0 a 200 puntos), es decir, un tercio de la puntuación de partida inmediatamente después de las elecciones de 2004 (cuando su valor fue de 150). En cuanto a los indicadores relativos al centro de gravedad ideológico y al sentimiento nacionalista o español de la sociedad española, ambos se mantienen en sus niveles habituales, es decir, entre el centro y el centro izquierda y en el sentimiento mayoritario de compartir sin problemas el sentimiento español con el de la Comunidad Autónoma de residencia. Por cuarta vez desde hace años, la suma de las proporciones de quienes se consideran ideológicamente de centro o de derechas (41% este mes) supera a la proporción de los que se consideran ideológicamente de izquierdas (39%). La pérdida de peso electoral del PSOE y de los partidos nacionalistas parecería confirmar este leve cambio en los dos indicadores citados, de manera que por cuarto mes consecutivo la intención de voto denominada “directa” (sin estimaciones de ningún tipo) muestra ventaja del PP sobre el PSOE. Solo una institución este mes recibe una valoración superior a los 5 puntos: las Fuerzas Armadas. El ranking por tanto es el siguiente: Fuerzas Armadas (5,5 puntos en una escala de 0 a 10 puntos), La Corona (4,9), Defensor del Pueblo y Ayuntamiento (4,4 puntos cada una), Tribunal Constitucional (4,3), Iglesia Católica (3,9), Senado y Organizaciones Empresariales (3,7), Congreso de los Diputados (3,6), Sindicatos (3,2), Bancos y Gobierno de la Nación (3,0), y Partidos Políticos (2,9 puntos en la escala de 0 a 10 puntos).En cuanto al ranking de personajes públicos, todas las valoraciones son este mes mucho más bajas que en meses anteriores. El ranking de este mes es: El Rey Juan Carlos (5,1 puntos en la escala de 0 a 10 puntos), el Príncipe Felipe (5,0), la Princesa Letizia (4,7), Felipe González (4,4), Ruiz Gallardón (3,9), José Bono y Carme Chacón (3,7), Esperanza Aguirre (3,6), Rubalcaba y Rosa Díez (3,5), José Mª Aznar (3,2), Mariano Rajoy (3,1), y Cayo Lara y José Luis Rodríguez Zapatero (2,8 puntos en la escala de 0 a 10 puntos).La estimación de voto de este mes para unas futuras elecciones legislativas nacionales muestra una clara ventaja del PP sobre el PSOE, 10,5 puntos sobre el total de electores, que de mantenerse representaría para el PSOE una derrota mucho mayor que la que ha tenido en las elecciones municipales (solo seis puntos de diferencia) y solo algo más baja que la derrota sufrida en las elecciones autonómicas (12 puntos porcentuales, siempre sobre el total de electores). El voto estimado para el PP muestra una vez más una ventaja que, incluso con el margen de error que se quiera, no deja dudas respecto al hundimiento electoral del PSOE en estos momentos, lo que no prejuzga cual pueda ser el resultado de unas futuras elecciones. Todos los indicadores que se toman en cuenta para elaborar la estimación de voto sugieren que, cuando se realizaron las entrevistas los propios votantes del PSOE mostraban una fuerte crítica al Gobierno y en especial a su Presidente, Rodríguez Zapatero. Así, cuando se compara la valoración de Zapatero con la de otros cuatro líderes del PSOE solo entre los votantes del PSOE se comprueba que es el que tiene la peor valoración (4,5 puntos), cinco décimas menos que Carme Chacón, seis décimas menos que Rubalcaba y Bono, y 17 décimas menos que Felipe González. Se trata de una situación realmente única y sorprendente. Las Elecciones Autonómicas y Locales del 22 de mayo
En lo que respecta a las pasadas elecciones del 22 de mayo, se ha preguntado por el grado de satisfacción del entrevistado con los resultados de dichas elecciones. Así, y en lo que se refiere a las elecciones municipales, los datos sugieren proporciones similares de satisfechos (35%) e insatisfechos (32%), y una proporción de entrevistados similar a las otras dos (33%) que no opinan sobre la cuestión. Por lo que se refiere a los resultados de las elecciones autonómicas, se observa que los insatisfechos (36%) aventajan por escasa diferencia a los satisfechos (33%), siendo un 31% los que no opinan.
Formas de Gobierno y Democracia
Se ha preguntado por las preferencias de los españoles respecto a cuatro tipos de gobierno, una pregunta habitual en estudios comparados internacionales. Las cuatro formas de gobierno son el de un líder fuerte que no tenga que estar preocupado por el Parlamento ni por los resultados electorales (que esté, por así decirlo, por encima de ellos), el gobierno de un grupo de expertos, un gobierno militar, o un régimen político democrático. Aunque diversos estudios internacionales y nacionales, y particularmente estudios previos de ASEP, han demostrado que los españoles prefieren de manera casi unánime un régimen democrático, nunca está de más confirmarlo, como lo hacen los datos de esta investigación. En efecto, un 90% de los entrevistados en esta investigación afirman que sería muy bueno o bastante bueno tener un régimen político democrático, predominan también los que opinan que sería bueno “tener expertos que tomen decisiones con las que ellos piensan que es lo mejor para este país” (49%), predominan los que consideran que sería malo tener un gobierno basado en un “líder fuerte que no tuviera que preocuparse por Parlamento o elecciones” (52%), y los que considerarían malo tener un gobierno militar (85%). Teniendo en cuenta que los españoles apuestan casi unánimemente por un régimen político democrático, pareció oportuno preguntar por cual era la característica esencial para que exista democracia. Casi la mitad de los entrevistados (43%) contestaron que el requisito esencial de una democracia es “poder votar libremente”. Y la segunda característica más mencionada (16%) es la de que existan diversos partidos políticos. Se ha preguntado también por la forma preferida para elegir al Presidente del Gobierno. Los resultados demuestran una opinión pública muy dividida en esta cuestión, pues mientras un 44% prefiere seguir con el sistema actual, un 40% preferiría elegir al Presidente del Gobierno directamente. De manera similar, se ha preguntado también por las preferencias de sistema electoral para elegir a los diputados. Uno de cada cuatro entrevistados no contestó a la pregunta, lo que no es extraño teniendo en cuenta que la contestación requiere un conocimiento algo más detallado de las ventajas y desventajas de diferentes sistemas electorales. Solo un 3% de los entrevistados prefiere el “distrito único” como en las elecciones europeas, es decir, que solo haya una circunscripción electoral que es España, y que por tanto las listas sean nacionales, no por provincias como ahora. Y solo un 5% de los entrevistados preferiría el “distrito unipersonal”, es decir, que España se divida no en 52 circunscripciones, sino en 350 (que son los escaños actuales en el Congreso de los Diputados), y en cada uno de ellos se elija a un representante. Los dos tercios de entrevistados restantes se reparten entre cuatro opciones en proporciones no muy diferentes entre sí. La proporción mayoritaria (18%) prefiere que todo siga como hasta ahora, es decir, “listas de candidatos elaboradas por los partidos y cerradas”. Pero un 17% preferiría “listas de candidatos elaboradas por los partidos, pero con posibilidad de tachar nombres”, y un 15% en cada caso preferiría “listas de candidatos elaboradas por los partidos, pero con posibilidad de añadir nombres” o “listas de candidatos elaboradas por los partidos, pero con posibilidad de tachar nombres y de añadir otros en su lugar”. En otras palabras, un 18% de entrevistados preferiría el sistema actual de listas elaboradas por los partidos y cerradas, frente a un 47% que preferiría listas abiertas, que permitan “tachar” o “añadir” nombres o las dos cosas a la vez.
Memoria del Franquismo y la Guerra Civil
Teniendo en cuenta que en este mes de julio de 2011 se conmemora el 75 aniversario del levantamiento de Franco y el inicio de la Guerra Civil, y que ahora también se cumplen 20 años desde que ASEP, a través del proyecto CIRES, realizase una encuesta en la que se incluyó un modulo de preguntas sobre la Guerra Civil (www.jdsurvey.net Colección CIRES, investigación 6/1991 sobre Cultura Política y Económica), se decidió incluir en el sondeo de este mes de junio algunas preguntas que replicaran las de hace 20 años, con el fin de comprobar hasta qué punto han cambiado las opiniones de los españoles sobre ese acontecimiento histórico. En primer lugar se ha preguntado por la opinión de los entrevistados sobre la labor desarrollada por Franco. Un 63% de los entrevistados consideran negativa la labor realizada por Franco, frente a un 11% que la consideran positiva. Los resultados de la encuesta de 1991 fueron 40% que consideraron la labor negativa y 20% que la consideraron positiva. En la investigación de 2011, pero no en la de 1991, se ha preguntado, solo a los mayores de 54 años (que tenían 18 años cuando murió Franco), por la frase que describe mejor cómo fue su vida durante el régimen de Franco. Se ofrecieron al entrevistado cinco frases de respuesta para que eligiera la que más se acomodaba a su propia experiencia. Un tercio (32%) de estos entrevistados (recuérdese que se trata solo de los mayores de 54 años en la actualidad) seleccionó la frase “aquel régimen era una dictadura, pero si no te metías en política no te pasaba nada”, pero otras respuestas son más críticas, de manera que un 19% afirma que “vivía peor que ahora, y además tenía miedo a la policía y a que me metieran en la cárcel”, y un 17% dice que “lo pasé mal por carecer de libertades políticas y porque económicamente estaba mal”. Otras respuestas son menos críticas, sin embargo, de manera que un 7% afirma que “como era una dictadura no tenía posibilidad de votar, pero tenía otras libertades”, e incluso un minoritario 12% contesta que “la verdad es que, aunque era una dictadura, vivía mejor que ahora y nunca tuve problemas”. Además, se han incluido cinco frases que pretenden evaluar al régimen de Franco que ya fueron incluidas en la investigación de 1991 para que los entrevistados dijeran, mediante una escala de cinco puntos, en qué medida estaban de acuerdo o en desacuerdo con cada una de ellas. Hay un algo grado de acuerdo en cuatro de las cinco frases, y un alto grado de desacuerdo, y muy similar, en ambas investigaciones, sobre la afirmación de que “los políticos de hoy en día deberían hablar más de la Guerra Civil española”. En cuanto a las otras cuatro frases, se observa un alto grado de acuerdo, y muy similar, en ambas investigaciones sobre la afirmación de que “los españoles no somos como éramos antes; ahora una guerra civil sería inconcebible”. En las otras tres frases, aunque prevalece claramente el acuerdo con ellas en ambas investigaciones, es evidente que es mayor en los tres casos en la investigación de 1991 que en la de 2011, o lo que es igual, que el acuerdo es algo inferior ahora que antes. El acuerdo se refiere a las afirmaciones de que la Guerra Civil “fue tan terrible que es mejor olvidarlo que hablar de ello”, que “es un acontecimiento que pertenece al pasado y que ha perdido actualidad en nuestros días” y que “los dos bandos fueron, más o menos, igualmente culpables de las atrocidades ocurridas”.
Ficha técnica: Muestra nacional estratificada por CCAA y tamaño del hábitat, selección aleatoria de municipios y secciones censales (alrededor de 130 puntos de muestreo), rutas aleatorias, y selección final del entrevistado en la vivienda basada en una estratificación por sexo y edad. 1.110 entrevistas personales cara-a-cara en el hogar entre el 17 y el 27 de junio de 2011. Dirección y realización ASEP.