Los cinco indicadores más significativos se han mostrado ya en otras ocasiones. Los tres indicadores económicos derivan del Sentimiento del Consumidor (ISC), que compara las percepciones del entrevistado sobre su situación económica personal (Optimismo, IO) y la de España (Evaluación de la Situación Económica, IESE) en el presente, el pasado y el futuro inmediatos. Los dos indicadores políticos miden la Satisfacción con el Funcionamiento de la Democracia (ISD) y la Satisfacción con el Gobierno (ISG). Los cinco indicadores se basan en escalas de 0 a 200, con nivel de equilibrio en 100, de manera que todos los valores por encima del nivel de equilibrio implica que los optimistas y satisfechos predominan sobre los pesimistas e insatisfechos, y los valores por debajo de 100 significan que predominan los pesimistas y los insatisfechos. Los tres indicadores económicos se han mantenido con pequeñas variaciones por debajo del nivel de equilibrio desde las elecciones de 2004, e incluso han disminuido aún más desde enero de 2009, como consecuencia de la crisis económica, mejoraron algo en 2010, y han vuelto a disminuir en 2011, alcanzando unos niveles similares a los obtenidos en la crisis de 1991-93, pero sin mostrar una tendencia a mejorar como entonces. Por supuesto el indicador más negativo es el que se refiere a la evaluación de la situación económica nacional, y el menos negativo el relativo a la situación económica personal. Pero los dos indicadores políticos han caído significativamente también desde las elecciones generales de marzo del 2004, con una pendiente similar a la observada en la segunda legislatura (2000-2004) del PP (no así en la primera, 1996-2000). La Satisfacción con el funcionamiento de la Democracia ha disminuido hasta alcanzar el nivel de equilibrio, su nivel más bajo desde 1994. Y la Satisfacción con el Gobierno, que ya está por debajo del nivel de equilibrio desde las últimas elecciones de 2008, ha alcanzado su nivel más bajo desde 1986.